Descubre las tendencias educativas actuales y de futuro y la necesidad de disponer de la tecnología adecuada para interconectar la comunidad de tu centro educativo.

La pandemia de la covid-19 ha provocado la transformación del mundo en el que vivimos y ha estimulado la digitalización. 

Ha creado un nuevo entorno en el que la tecnología se ha consolidado como una herramienta de presente y de futuro para crear una comunidad cada vez más interconectada. 

Y esta necesidad se ha trasladado en todos los niveles y sectores y, por supuesto, también al sector educativo. 

Este contexto condiciona las tendencias actuales y de futuro para la educación superior a tener en cuenta para las universidades, escuelas de negocio y centros de educación superior. 

Repasamos a continuación algunas de ellas:

5 tendencias para la educación superior para el 2022

1. La tecnología como eje

La tecnología es imprescindible para la digitalización del sector educativo. Y también es altamente efectiva para conseguir generar engagement con los estudiantes. Forma parte de su vida cotidiana y por este motivo, no entienden cómo no está presente en el día a día de los centros educativos. 

Y esta oportunidad no puede ser desaprovechada. 

Pero en este nuevo contexto, ya no es suficiente utilizar la tecnología para acceder a un campus virtual desde el que realizar las actividades académicas. 

La tecnología debe servir tanto al estudiante como al centro para facilitar su día a día, estar más informado y mejor conectado tanto con la institución como con el resto de miembros del centro educativo.

2. Situar al estudiante en el centro

Los estudiantes reivindican más protagonismo. Sin ellos tu universidad, business school o centro educativo no tendría sentido. Y este protagonismo implica que debes situarlo en el centro y atender a sus demandas: 

• • Conexión: quieren sentirse partícipes de la institución, conectados con ella y con el resto de miembros del centro. Y decidir el grado de participación que quieren tener en ella como miembro activo de la comunidad, más allá de las clases.
  • Ayuda: quieren sentirse apoyados y respaldados por la institución. Saber que sus necesidades son atendidas y que tienen a quién recurrir cuando tienen una necesidad. Y esta ayuda debe existir no sólo desde un punto de vista académico.
  • Bienestar: La salud mental es un factor clave y la universidad sin duda influye en ella. Así que procurar el bienestar de los estudiantes y conocer su estado para contribuir a mejorarlo es una realidad a atender actualmente y que debes poner en práctica si no lo estás haciendo ya.

De esta manera, las universidades o escuelas superiores deberán aplicar un enfoque student centric en su día a día de manera transversal, afectando a todos los departamentos del centro.

3. Personalización

La necesidad de personalización es también una tendencia global y, como no puede ser de otra manera, implica también al sector educativo.

El estudiante demanda y demandará cada vez más un tratamiento y una comunicación más personalizada. Quiere poder controlar qué información recibe, qué información le interesa recibir y así poder ser capaz de identificar lo que es de su interés, evitando la saturación comunicativa actual. 

Pero además, esta personalización también será una demanda que impactará en los estudios y su configuración. Los centros, en vez de diseñar planes de estudios con los cursos tradicionales actuales, deberán diseñar experiencias de aprendizaje adaptadas a las necesidades e intereses de cada estudiante. 

Puede que tu centro esté más o menos lejos de este punto actualmente, pero sin duda, la necesidad de personalización acabará afectando con mayor o menor impacto la configuración actual de los estudios. 

4. Nuevos formatos

El confinamiento propició la aparición de nuevos formatos de educación. Una aparición e implementación obligada y rápida para todos aquellos centros con formatos educativos puramente presenciales. 

Pero en este nuevo contexto se han roto los modelos tradicionales y se han consolidado nuevos formatos educativos como es la formación híbrida, ampliamente extendida en este curso académico. Y este es el inicio, ya que le seguirán nuevos formatos y nuevas experiencias de aprendizaje distintas a las tradicionales. 

Aulas más colaborativas y participativas en las que motivar y enganchar al estudiante va a ser clave y en las que la gamificación puede ser una buena opción.

Y en las que la realidad virtual (VR), la realidad aumentada (AR), la Inteligencia Artificial (AI) o incluso el Metaverso acabarán encontrando su espacio tarde o temprano. 

5. Formación continuada

Y la última tendencia es una gran oportunidad que debe ser aprovechada y capitalizada por el sector,, ante la amenaza de la aparición y consolidación de nuevos competidores. 

Y es que el auge de la formación continuada es una realidad que ha llegado para quedarse. 

La velocidad en la que progresa el entorno laboral requiere y requerirá cada vez más la formación continuada por parte de los profesionales para mantenerse actualizados o para especializarse. 

Esto implica que las oportunidades de captación de estudiantes se amplían más que nunca, generando nuevos públicos objetivos y, por supuesto, también nuevas ofertas académicas por parte de las universidades, business schools o centros educativos. 

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